Una iniciativa del Colegio de Arquitectos testeará sus consumos de
agua y energía para calefacción y refrigeración. Es tendencia mundial y
sirve para concientizar a profesionales, desarrollistas y clientes.
Debería ser una variable tan importante como el precio o la belleza,
pero ni arquitectos, ni desarrollistas, ni quienes compran departamentos
tienen en cuenta cuán sustentable es un edificio. Ocurre que la
eficiencia en el consumo de agua, energía y otras variables tampoco se
saben. El Colegio de Arquitectos de la Provincia de Córdoba comenzará a
etiquetar edificios para conocer estos datos.
Se trata de una
etapa de prueba para comprobar si el sistema de etiquetación que
desarrollaron durante tres años se adapta a las construcciones locales.
Aspiran medir 100 edificios de todo tipo en 2012.
“Comparamos unas
20 etiquetas de otras partes del mundo. El trabajo que realiza Brasil
fue muy importante. También analizamos la comunicabilidad de las
etiquetas”, cuenta Edgardo Suárez, del Instituto de Arquitectura
Sustentable del Colegio de Arquitectos.
Luego
de que el sistema esté probado, la etiquetación será opcional para que
los arquitectos o desarrollistas que quieran pasar por este testeo del
Colegio, lo hagan. Pero lo más importante es que tras esta etapa de
prueba el Colegio de Arquitectos tendrá listo un
software que les permitirá a los profesionales simular el comportamiento de sus edificios para hacerlos más sustentables.
También
esperan que en un par de años la etiquetación sea obligatoria para
todos los edificios públicos. En Buenos Aires rige una ley similar.
Se
evaluará cualquier edificio: público y privado, construido o por
construir, casas, complejos, viviendas sociales. Suárez entiende que a
largo plazo la etiqueta puede servir de referencia para que el municipio
permita construir más pisos si el edificio es más sustentable.
“Sirve
para ayudar al arquitecto, pero también al usuario. Hoy se construye
sólo por interés económico y no por bienestar. La gente no le exige al
arquitecto que construya de manera sustentable porque no sabe. Hay que
crear un nuevo paradigma de construcción”, asegura Lucrecia López
Villagra, del Instituto. Y agrega: “Esto no es para molestar a nadie,
sino para ayudar. Los arquitectos construimos por la funcionalidad y la
estética. Ahora es por la economía. El tema eficiencia nunca se
contempló”.
En el caso de edificios ya construidos, la etiqueta
puede servir para saber qué se puede mejorar y con cuánta inversión. “Se
puede reducir hasta el 60 por ciento del consumo de energía para
refrigerar con un gasto ínfimo”, dice Suárez.
La etiqueta servirá
como un dato más para comprar un departamento y les dará valor a las
construcciones. “Si el edificio es más sustentable, el comprador se
beneficiará con menos costos y más confort. El consumo propio, los
gastos comunes y mantenimiento serán más bajos”, plantea López Villagra.
Suárez
da un ejemplo sobre qué debería tener un edificio para sacarse 10 en
consumo de agua: “Tener capacidad de almacenamiento que le dé autonomía
de tres días; dispositivos eficientes en inodoros, duchas y canillas;
reutilización de agua gris; capacidad para almacenar agua de lluvia. Es
el edificio ideal. No hay ninguno así”.
En el consumo energético
es clave la aislación térmica de la envolvente, esto es, las paredes
exteriores y el techo. Y aprovechar la iluminación natural y la
ventilación del edificio.
Cómo ser más verde
Variables. Algunas de las variables que se tendrán en cuenta son las siguientes.
Ubicación. El
lugar tiene red cloacal; está cerca de la red de transporte público;
hubo remediación del sitio por estar contaminado; no hubo intervención
en el terreno; la edificación se adapta al Plan Director de la
localidad.
Energía. Uso de energías renovables producidas
por el edificio, eficiencia en consumo por metro cuadrado,
aprovechamiento de la iluminación natural.
Calefacción y enfriamiento.
Orientación del edificio para ahorrar en calefacción, ventilación del
edificio para ahorrar en refrigeración; control inteligente del sistema
de climatización.
Envolvente exterior. Las paredes exteriores y el techo son claves para el ahorro energético: aislación térmica y característica de los materiales.
Agua.
Micromedición de consumo de agua, dispositivos que reducen el consumo
(inodoros doble comando, grifos y duchas con reductores hidráulicos),
sistema de control de fugas, recolección y reutilización del agua de
lluvia; capacidad de almacenamiento del edificio.
Materiales.
Reciclado o reutilización de los desechos de construcción, utilización
de materiales reciclados o regionales; utilización de madera de cultivo
de bosques con manejo sustentable certificado; terrazas verdes.
Tomado de
http://www.lavoz.com.ar/ciudadanos/etiquetas-edificios-para-medir-su-eficiencia
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